BOLETÍN No. 590 –>>

• Gobierno e iglesia deben reformar sus estructuras verticales y consultar a la sociedad sobre sus decisiones y acciones: ASG
• Premio Nacional de Derechos Humanos 2012, participa dentro de las Jornadas de Derechos Universitarios en la UAA.

Trabajar por el ser humano desde el ámbito académico es fundamental para promover entre estudiantes,  maestros y profesionistas la vocación de servicio y respeto a los derechos fundamentales, destacó Alejandro Solalinde Guerra, defensor de los derechos de los migrantes y ganador del premio nacional de Derechos Humanos 2012, al participar en las Jornadas de los Derechos Universitarios en la Universidad Autónoma de Aguascalientes.

En su conferencia el sacerdote católico destacó que es fundamental posicionar al ser humano en la atención de las políticas públicas de todas las instituciones y no sólo en el discurso y los documentos oficiales; en donde muchas veces no existe congruencia entre lo estipulado y la práctica respecto a la observancia de los derechos humanos.

Durante su intervención, destacó la importancia de un cambio verdadero en las instituciones gubernamentales y religiosas para transformar los sistemas verticales en donde se toman decisiones cupulares, y propuso una forma de consulta y trabajo directo con las personas que viven día a día diferentes situaciones y problemas que pueden ser resueltos si se toma en cuenta la realidad que vivimos.

Apuntó que actualmente los poderes fácticos, el dinero y una organización gubernamental de élite toman las decisiones y actúan de manera autoritaria sin tener en cuenta que la verdadera democracia está en obedecer al pueblo y atender sus necesidades teniendo como centro al ser humano y el respeto a sus garantías individuales.

Al referirse a la situación de la migración en México, el defensor de los derechos de los migrantes apuntó que la mayoría de las personas que transitan el territorio nacional no tienen ninguna protección o atención por parte de las instituciones y se enfrentan a peligros inminentes de delincuencia, abuso de poder, entre otras situaciones que los hacen vulnerables.

Destacó que los migrantes salen de sus lugares de origen por falta de condiciones adecuadas para ellos o sus familias, buscando un mejor desarrollo, sin embargo no todos alcanzan su destino y en el tránsito de esta migración sufren de abuso y no pueden regresar a sus países de origen por lo que se encuentran en una total indefensión.

Solalinde Guerra refirió que de los migrantes que cruzan por el país, sólo el 30% alcanza su destino en los Estados Unidos y muchos de ellos desaparecen en este tránsito, sin que se tenga un registro claro de la cantidad de personas que se pierden en este proceso.

Apuntó también que durante los últimos años ha incrementado el flujo de menores migrantes que viajan solos hacia el norte del continente, por la falta de condiciones en sus lugares de origen, enfermedades, entre otras circunstancias.

Al referirse a estas condiciones de vulnerabilidad, el sacerdote católico destacó que tanto las instituciones públicas como la propia iglesia deben reflexionar sobre la necesidad de tomar sus decisiones escuchando al pueblo y conociendo sus situaciones de vida, porque actualmente el centro del discurso no se centra en el ser humano, que debería ser el núcleo de la discusión en las decisiones importantes y políticas.