Universidad Autónoma de Aguascalientes

78 años de autonomía

PDF | 1098 | Hace 3 años | 20 noviembre, 2020

Francisco Javier Avelar González

Con motivo del aniversario de la autonomía de nuestra casa de estudios, el día de ayer publicamos en nuestras redes un texto de celebración y reflexión sobre este concepto, desde el que nuestra institución se ha cimentado y ha dado tantos frutos. Por la importancia de la efeméride, quisiera compartir en este espacio el texto íntegro, y dejar para la siguiente semana la segunda parte de la reflexión sobre la Covid-19, que iniciamos en la columna anterior. Sin ninguna otra aclaración de por medio, van estas palabras sobre nuestro cumpleaños como institución autónoma. Espero que sea de su agrado:

Esta semana, la Benemérita Universidad Autónoma de Aguascalientes se viste de manteles largos, puesto que cumplimos 78 años de haber conseguido nuestra autonomía: el 19 de noviembre de 1942, la XXXVI Legislatura aprobó la nueva Ley Orgánica del, hasta un día antes, Instituto de Ciencias de Aguascalientes. A partir de ese momento, y de acuerdo con el artículo primero de dicha ley: “se concede al Instituto de Ciencias del Estado plena autonomía, y se le reconoce personalidad jurídica”.

Desde aquella fecha, esta institución integró a su nombre y su ADN las atribuciones y responsabilidades propias de un centro de estudios con la madurez para autogobernarse y autoadministrarse, sin la intervención de personas o entidades ajenas a sí misma. Con este concepto integrado en su esencia y su nomenclatura, se sentaban las bases para que, tres décadas después y en una época de pleno florecimiento de la educación superior en México, nuestra casa de estudios se constituyera como universidad autónoma, sumándose al racimo de instituciones educativas y de investigación en el mundo que habían logrado hacerse de una coraza legal, a fin de asegurar la generación de conocimientos y la formación de profesionistas con independencia de los cambios políticos, ideológicos y coyunturales que pudieran surgir a través del tiempo.

En nuestro país, la proliferación de las Instituciones de Educación Superior (IES) -entre las que las universidades autónomas forman un importante grupo- resultó indispensable para allanar el camino hacia la democracia. Lo anterior porque, al asegurar la formación de ciudadanos críticos, preparados y rigurosos en su manera de pensar y sopesar ideas, las formas políticas tradicionales comenzaron a enfrentarse a verdaderos contrapesos surgidos de la sociedad. La presión del creciente número de mexicanos con estudios de nivel superior eventualmente derivó en el aseguramiento del sufragio efectivo, la pluralidad de propuestas e ideas sobre la administración pública, y la exigencia de una mayor altura de la clase política.

En contraposición a los erróneos lugares comunes, desde los que se asegura que no hemos avanzado como país, los datos muestran otra cosa. En este tenor, el paulatino aumento de profesionistas formados en IES de calidad, donde destacan muchas universidades autónomas, coincidió con la preparación y la consolidación de tres fenómenos importantes para el desarrollo nacional; a saber:

  1. El progresivo surgimiento de otros organismos constitucionales autónomos que lograron disolver la concentración del poder en un solo grupo o incluso en una sola persona (en la forma del atroz presidencialismo de hace varias décadas).
  2. La constante y benéfica alternancia en la administración pública, a nivel municipal, estatal y federal.
  3. El levantamiento y fortalecimiento de instituciones científicas, artísticas, deportivas, periodísticas y sociales que, desde sus respectivas trincheras, han contribuido para hacer del nuestro un país plural y una de las economías más importantes del continente americano.

Con orgullo, podemos decir que la Benemérita Universidad Autónoma de Aguascalientes ha puesto su granito de arena en esta historia de crecimiento colectivo, desde el impulso que le dio su autonomía conseguida hace 78 años. En este sentido, el desarrollo de nuestro estado, su alto nivel de vida, su limpieza, su dignidad y su bonanza, no podrían entenderse de ninguna manera sin la participación activa y propositiva de nuestra casa de estudios.

Nuestros casi 60 mil egresados de grado y de posgrado (contando sólo desde que formalmente nos convertimos en universidad en los años 70), así como los millones de impactos positivos que generamos en la sociedad a través de nuestros programas académicos, culturales y de apoyo social, son prueba permanente de la importancia nuclear de nuestra casa de estudios en la vida de Aguascalientes, y de lo indiscutiblemente benéfico que resultó haberle otorgado su autonomía hace casi ocho décadas.

Al protegerse y excluirse de los cambios ideológicos y políticos de cada momento, el trabajo de nuestra institución se ha desmarcado del contentillo y los intereses coyunturales a los que están sometidos otros organismos, oficinas administrativas y empresas paraestatales del país. Así, desde su autonomía, la UAA ha logrado un camino de constante ascenso, en el que ha aumentado de forma sostenida su matrícula, sus becas y apoyos, sus reconocimientos nacionales e internacionales, su infraestructura y tecnologías y, sobre todo, los frutos que entrega a la sociedad, a través de los diversos programas de atención a la sociedad y de las miríadas de ciudadanos humanistas y profesionales que cada año egresan de esta institución.

Celebremos el aniversario de la autonomía de nuestra máxima casa de estudios y, de paso, hagamos una reflexión -consciente y alejada de maniqueísmos, polarizaciones y erróneos lugares comunes- sobre lo beneficioso que ha resultado para nuestra nación el nacimiento, fortalecimiento y manutención de órganos e instituciones constitucionalmente autónomas. La democracia, el equilibrio y la pluralidad de México encuentran en la autonomía uno de sus principales pilares y motores. Protejamos entonces este concepto y apoyemos a las instituciones públicas autónomas de nuestro país, porque ellas son piezas fundamentales de nuestro presente y de nuestro futuro.
¡Felicidades UAA, por estos 78 años de autonomía, y que vengan muchos más!

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