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PDF | 730 | Hace 3 años | 29 enero, 2021
Francisco Javier Avelar González
El viernes pasado tuve la oportunidad de presentar a la sociedad aguascalentense nuestro informe de actividades de 2020. Quisiera compartir con ustedes el mensaje que dirigí en el evento. Lo transcribo aquí abajo:
En el libro titulado Los muchachos de zinc, la escritora bielorrusa y premio nobel de literatura, Svetlana Alexiévich, afirma que “en una guerra todo es distinto”; “la guerra es un mundo; no un suceso…” Y mientras recorremos cada página de ese texto suyo, entendemos de qué habla: la muerte, la desesperación, el miedo, el hartazgo y el dolor, se instalan como una aberrante y pegajosa cotidianidad; fabrican su propia suerte de normalidad deforme. Sin embargo, en medio de aquel aciago páramo, es posible observar cómo emergen también ejemplos de la más alta dignidad: muestras de resiliencia, de solidaridad, empatía y humanismo… Reformulando la frase de la autora, podríamos decir que toda guerra es distinta, única: siempre calza en el espacio de lo inédito, y es por ello que permite la emergencia tanto de tragedias como de episodios heroicos. En aras de recobrar el orden, la salud, la paz y la tranquilidad, las personas hacen uso de sus más grandes virtudes; de su ingenio y resistencia; así como de su capacidad para ayudar y sobreponerse al dolor y la pérdida.
Si comienzo hablando en términos tan duros, es porque el contexto en el que hemos vivido durante 2020 ha sido el propio de una guerra: extraña y engañosa, si se quiere; en algunos puntos invisible en sus horrores y consecuencias; pero a fin de cuentas una guerra contra un enemigo que nos ha empujado a resguardarnos en casa y a ralentizar o incluso suspender muchas de nuestras dinámicas familiares y sociales. Enfrentamos una emergencia que ha puesto en grave riesgo a nuestra salud y economía. Una catástrofe que, por otro lado, ha permitido a muchas personas e instituciones mostrar una encomiable versión de sí mismas.
Con este contexto como fondo, me parece que toda institución pública que presente un informe sobre lo hecho en el año concluido, tiene la obligación de ofrecer cuentas sobre la batalla que ha dado a la doble pandemia que nos atosiga: la del coronavirus y la de la superstición, la ignorancia e incluso la indiferencia en amplios sectores poblacionales. Las instituciones públicas somos organismos creados para enfrentar la incertidumbre y el caos; para establecer condiciones que den orden, seguridad, paz, movilidad social y desarrollo. En este orden de ideas, en la Universidad Autónoma de Aguascalientes hemos querido resaltar nuestra labor de un año de trabajo, haciendo hincapié en las acciones desarrolladas a partir del llamado de la OMS a tomar medidas urgentes ante la pandemia provocada por el virus Sars-Cov-2. Si bien 2020 fue en extremo complejo para nuestra Casa de Estudios y hubo rubros donde no crecimos con la celeridad o la fortaleza que habíamos proyectado, hubo también decisiones, estrategias y acciones sin precedentes en la historia de la institución, que sin duda resultaron de gran beneficio tanto para nuestra comunidad universitaria como para la sociedad en general.
A fin de no entretenerme en demasía recobrando datos que pueden consultarse a fondo en las páginas que componen nuestro informe (disponible en https://www.uaa.mx/portal/nuestra-universidad/rectoria/), retomaré sólo un puñado de hechos especialmente ilustrativos: uno de ellos es que el conjunto de nuestras actividades de Docencia, Investigación, Vinculación y Gestión, derivó en alrededor de 5 millones y medio de impactos positivos en la sociedad; esto es, tres y medio millones de impactos adicionales (176% más) que lo contabilizado en 2019.
Otro hecho sobresaliente es que, también con respecto a 2019, incrementamos 45% el monto destinado a becas y apoyos -ordinarios y extraordinarios- para nuestros estudiantes. Dicho aumento, que implicó más de 25 millones de pesos en becas, apoyos en pago de colegiaturas y precargas de internet, ocurre en un contexto económico adverso. Esta es una medida clara, contundente y frontal de la UAA, que convalida nuestro compromiso con la educación y la movilidad social… Los esfuerzos por apoyar a personas con diversas vulnerabilidades no se agotaron al interior de nuestra casa de estudios: asumiendo nuestro compromiso con la sociedad, realizamos y colaboramos en diversas campañas para la generación y donación de miles de despensas, equipos computacionales, botellas de agua, cubrebocas y kits de seguridad sanitaria; creamos diversos sitios en nuestras plataformas oficiales, desde los que ofrecimos información, cursos, apoyo y asesorías gratuitas en temas de salud física y psicológica, así como en cuestiones educativas, artísticas, deportivas, comerciales, empresariales y legales.
En este contexto, es resaltable que, a partir de que la OMS expresó su alerta por la pandemia, en unas cuantas semanas migramos a plataformas digitales todos los contenidos y cursos de nuestros programas académicos de bachillerato, licenciatura y posgrado. De esta manera, y gracias a la creatividad, flexibilidad y disposición de nuestros docentes, estudiantes y administrativos, logramos seguir adelante con nuestra función sustantiva de Docencia, sin ningún contratiempo importante y, sobre todo, sin demérito de la excelencia educativa que nos caracteriza. De igual forma, reestructuramos las actividades académicas de los periodos interclase, para ofrecer casi un millar de cursos gratuitos, que lograron más de 16 mil inscripciones.
Con respecto a la función sustantiva de Investigación, además de dar continuidad a nuestros planes, convocatorias y proyectos ordinarios, y de continuar con el impulso a la productividad y al registro de solicitud de patentes por parte de nuestros investigadores, abrimos una convocatoria especial que derivó en más de una treintena de proyectos enfocados al estudio de problemáticas relacionadas con la COVID-19. También diseñamos, fabricamos y donamos importantes insumos para el sector salud, entre los que podríamos destacar las cajas de acrílico para procesos de intubación de pacientes, un económico y efectivo gel sanitizante hecho a base de vinagre y dos prototipos de ventiladores mecánicos que, por su bajo costo, funcionalidad y sencillo proceso de fabricación, podrían marcar una notable diferencia en la capacidad de los hospitales, para atender a pacientes que lo requieran. Quisiera resaltar la implementación del Centro Universitario de Ultracongelación, con equipos y sistemas de la más alta tecnología, capaces de almacenar en perfecto estado (a menos 80°C) más de 3.5 millones de dosis de vacunas que requieren ultracongelación, como la producida por Pfizer. Es decir: brindamos a Aguascalientes capacidad logística para almacenar las dosis de vacuna necesarias, para toda la población del estado y regiones aledañas.
Con respecto al otro gran enemigo que acompaña la dispersión de la nueva enfermedad; aquel que porta como su tridente distintivo la superstición, la ignorancia y la indiferencia, en 2020 le hicimos frente con una múltiple campaña informativa y educativa: además de los diversos sitios digitales que creamos a raíz de la pandemia, es destacable la labor de nuestros medios de comunicación, cuyos contenidos sobre el coronavirus y las recomendaciones para contenerlo alcanzaron más de cuatro millones de vistas e interacciones. Todas estas actividades y logros se enmarcaron en un trabajo disciplinado y creativo de Gestión administrativa y de Vinculación con la iniciativa privada, el sector salud, la administración pública y la sociedad en general.
En resumen, nuestro compromiso con la sociedad ha sido pleno y consistente: nos hemos colocado en el primer frente de batalla en esta desgastante guerra contra la COVID-19 y lo hemos hecho sin descuidar la operatividad, las finanzas y la transparencia de nuestra casa de estudios, como puede constatarse de hechos clave; entre los que cito tres: Primero, los más de cuatro mil títulos y certificados de todos los niveles educativos que entregamos en 2020 y los mil 890 egresados que recibirán su título en los próximos meses; segundo, el hecho de que aumentamos seis años la viabilidad de nuestro fideicomiso de pensiones y jubilaciones, y logramos 30 millones de pesos en ahorros, gracias a nuestro Acuerdo de Austeridad Financiera y Responsabilidad Presupuestal; tercero, que cumplimos con el 100% de nuestras obligaciones estipuladas por el Instituto de Transparencia del Estado de Aguascalientes, y no tuvimos observaciones en los programas escrutados por la Auditoría Superior de la Federación.
Como hemos mencionado, las inéditas condiciones en las que se desarrolló el año necesariamente tuvieron repercusiones adversas. En las áreas donde el contexto hizo mella, debemos usar nuestro ingenio para sobreponernos, entendiendo que aún queda mucho camino por recorrer, antes de volver a la normalidad que conocíamos. Por ejemplo, debemos recuperar el alcance de años anteriores en temas de orientación vocacional, así como atender con urgencia y eficacia la deserción de nuestros estudiantes… La compleja y multifactorial crisis ha empujado a muchos jóvenes a interrumpir sus estudios: a ellos queremos pedirles que confíen en nuestra institución. No los vamos a defraudar en su formación integral. Antes de optar por el abandono, por favor acérquense a sus tutores: la universidad les ofrece programas de apoyo académico, psicológico, económico y material, para ayudarlos a seguir adelante con su preparación profesional, aún -o sobre todo- en las adversas circunstancias actuales.
El reto mayúsculo para nuestra comunidad está en continuar reinventándonos y adaptándonos a las aciagas condiciones que vivimos; sin dejar de atender a los planes y las necesidades estratégicas de nuestra institución a mediano y largo plazo. Debemos hacer las adecuaciones pertinentes para asegurar la viabilidad financiera de esta Casa de Estudios, así como la solvencia de nuestro fideicomiso de pensiones y jubilaciones, a largo plazo. Debemos también fortalecer nuestra vocación y nuestro ánimo para que, desde la inteligencia, la flexibilidad, la disciplina, la solidaridad y la institucionalidad, continuemos siendo un baluarte para la sociedad aguascalentense.
Para concluir este mensaje, quiero expresar mi más sincero reconocimiento y gratitud a las y los trabajadores académicos y administrativos de nuestros sindicatos universitarios. En las recientes negociaciones demostraron nuevamente una gran madurez, sentido social y generosidad, al anteponer la estabilidad financiera de la institución a las legítimas y justas aspiraciones por un mayor aumento salarial. Este significativo esfuerzo permite que conservemos la salud financiera de nuestra Casa de Estudios, de tal manera que podamos dar continuidad a nuestras actividades, con tranquilidad y certeza laboral.
Quiero reconocer también al gobierno del estado por su apoyo a la universidad; agradecer a la sociedad que cada año renueva su confianza en nosotros y, a título personal, dar las gracias a las y los estudiantes, académicos y administrativos que integran a esta familia universitaria, por el enorme y encomiable esfuerzo realizado durante el año. Finalmente, deseo expresar un reconocimiento muy especial a todas las personas que, desde el sector salud, el servicio público y la iniciativa privada, nos permitieron contar -en un año tan particularmente duro- con los insumos necesarios para que pudiéramos reorganizar nuestras vidas y soportar las circunstancias. A quienes arriesgaron su propia salud y bienestar; a quienes cumplieron con su vocación y se entregaron al servicio de la sociedad, mi más amplia admiración y agradecimiento.
Sólo me resta expresar que la Benemérita Universidad Autónoma de Aguascalientes continuará realizando sus labores con inteligencia, pasión y disciplina, presentando un frente sólido de respuesta ante las adversidades y ayudando en la resolución de las necesidades sociales, que desde nuestra competencia podamos atender. Continuaremos siendo el proyecto formativo, académico y cultural más importante del estado, honrando así a nuestra misión, visión, valores universitarios, y al lema que acompaña a nuestra Máxima Casa de Estudios: Se Lumen Proferre. ¡Muchas gracias!