Universidad Autónoma de Aguascalientes

Nuestra construcción del mundo

PDF | 227 | Hace 6 meses | 2 diciembre, 2022

Francisco Javier Avelar González

Antes de que concluya este año, publicaremos en el sello editorial de la Universidad Autónoma de Aguascalientes la sexta y última antología anual de los discursos que desde la Rectoría expresamos en eventos públicos y medios impresos. Le hemos puesto por título “Nuestra construcción del mundo: apuntes sobre la educación y la sociedad contemporáneas”, y será uno de los productos de cierre de esta administración universitaria, en lo referente al compromiso de ofrecer una buena comunicación social, así como una labor de reflexión y magisterio abierta a todos

Entiendo que a más de uno podrá llamar la atención la primera frase del título, por las enormes implicaciones de sentido que genera esa selección tan particular del sujeto, el verbo y el objeto de la acción enunciada. Desde las ciencias exactas solemos inclinarnos por la idea de que el mundo está ahí, frente a nosotros, y nuestra labor es aprenderlo y aprehenderlo. En gran medida, la idea es certera: de acuerdo con la ciencia hay una realidad exterior a nosotros, un planeta y un ingente universo de miles de millones de años de antigüedad, en donde los seres humanos somos apenas una suerte de feliz y maravilloso accidente. A través de la observación y el conocimiento transmitido de generación en generación, vamos comprendiendo cómo funcionan los elementos, la materia, la energía y sus relaciones, y cómo podemos aprovechar sus características de manera cada vez más sofisticada.

No obstante lo anterior, también es verdad que gran parte de nuestro conocimiento, nuestras reglas de convivencia, un sinnúmero de ideas y nuestra interacción con lo que nos rodea tiene como punto de partida, y a veces como eje único, nuestra producción discursiva: lo que nos contamos sobre lo que son o deben ser las cosas y las relaciones; lo que decidimos sobre dónde habitar y cómo hacerlo; sobre qué será bien y mal visto y, finalmente, sobre la selección de datos, ideas y valores que privilegiaremos a través de la formación educativa de cada nueva generación. Por ello, es cierto que, aunque por una parte buscamos descubrir y aprender el mundo, por otra le damos forma según nuestro parecer -a partir de construcciones individuales y colectivas- al igual que un alfarero manipula la arcilla para convertirla en platos, esculturas o jarrones, según sus intereses, deseos y necesidades.

Es el privilegio de unos conocimientos sobre otros, de unas ideas sobre otras, de unos intereses sobre otros lo que ha modelado al mundo contemporáneo, no solo en lo referente a sus culturas, sino incluso a su naturaleza (piénsese, por ejemplo, en el cambio climático, la enorme expansión de los espacios urbanos, la extinción masiva de especies, y la generación y propagación de nuevas enfermedades zoonóticas)… A lo largo de los casi seis años en que hemos tenido el gusto de acompañarlos a través de este espacio semanal, desde la Rectoría de la UAA hemos entregado casi tres centenares de reflexiones, con las que señalamos directa e indirectamente esta idea de

fondo: como entes individuales y cómo sociedad tenemos un margen de acción considerable para mejorar nuestro entorno.

De forma paralela, hemos hecho hincapié en el poder que tienen las palabras; su efecto para cambiar la vida de las personas, para bien y para mal. Son, de hecho, realidades de palabras las que han permitido un crecimiento sostenido en materia de reconocimiento a los derechos humanos y la búsqueda de soluciones a conflictos a través de la civilidad o la deliberación jurídica. Pero son también cardúmenes de discursos (muchos de ellos provenientes de las academias) los que han construido poderosos mitos antiguos y contemporáneos —políticos, seudobiológicos y sociales— en los que una gran cantidad de personas ha creído a ciegas y desde los que han transformado su manera de ver y tratar a los demás: los fundamentalismos y el racismo, la homofobia (y una novedosa heterofobia popular en algunos sectores), el chovinismo, la misoginia y la misandria; los radicalismos y polarizaciones políticas son ejemplos tan claros como constatables de lo anterior.

Esperamos honestamente que al menos un puñado de las muchas reflexiones que hicimos en este tipo de espacios desde 2017 hasta la fecha, hayan aportado su grano de arena en el campo de la construcción del mundo y la discusión de las ideas. Deseamos también que este tipo de esfuerzos nos ayude a repensar, de nueva cuenta, el papel fundamental que tiene la educación en todo esto, para que las decisiones políticas e institucionales erijan como su prioridad la formación integral de las nuevas generaciones, y no la producción de cuantificaciones estadísticas vacías y trofeos de cartón con pintura dorada.

A falta de un par de diálogos más a través de este medio, desde la Rectoría de la UAA adelantamos nuestro agradecimiento a cada una de las personas que nos permitieron entrar a sus hogares y compartir nuestro quehacer y pensar con respecto a una diversidad de temas que consideramos socialmente importantes.

Como colofón de este texto, comparto aquí el código QR y el enlace al libro de columnas editoriales y discursos de 2021, penúltimo de la serie comentada. Espero que sea de su interés, y ¡nos vemos en las próximas semanas!

https://omp.uaa.mx/index.php/uaa/catalog/view/143/135/660

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