- Construcción de nuevas masculinidades, ponencia dictada en la UAA dentro de las Jornadas por la Equidad de Género.
- Legislación en materia de género insuficiente si no se logra una transformación cultural.
El cambio cultural por la equidad de género desde el punto de vista masculino debe comenzar en aspectos cotidianos como la participación en labores domésticas, diálogo más abierto y frecuente con los hijos, así como el respeto pleno a los derechos de las mujeres y la eliminación de actitudes de violencia, consideró Roberto Garda Salas, presidente del Colectivo Hombres por la Equidad Asociación Civil, quien dictó conferencia en la UAA denominada “Construcción de Nuevas Masculinidades”
El estudioso de la equidad de género desde el punto de vista masculino, explicó que a lo largo de 20 años de investigaciones y trabajos con hombres mexicanos de diferentes latitudes, clases sociales y educación, se ha demostrado que las conductas violentas siguen prevaleciendo sin distinción en todos los ámbitos, por aspectos culturales.
Comento que a pesar de los avances que se han dado en materia de equidad, la mayoría de los hombres mexicanos continúan teniendo una concepción de la mujer como objeto sexual y practicando conductas violentas que van desde el aspecto psicológico hasta la violencia física o sexual.
Entrevistado en el marco de las Jornadas por la Equidad de Género que organiza la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Garda Salas expresó que la construcción de una nueva masculinidad pretende impulsar entre los hombres un cambio paulatino, especialmente en cuestiones cotidianas de convivencia con las mujeres y con sus familias.
En este sentido expresó que el trabajo que ha realizado la Asociación Hombres por la Equidad ha encontrado resistencia por parte de los hombres, pues consideran que hablar de equidad de género es atacar los comportamientos y actitudes que han sido costumbre a lo largo de los años, aunque en realidad el colectivo pretende realizar una reflexión sobre los comportamientos más elementales e impulsar un cambio en su vida de manera paulatina.
Expresó también que a pesar de la dinámica social que se ha derivado del empoderamiento de las mujeres, muchos hombres han comenzado a cambiar sus actitudes, aunque existe una resistencia muy marcada hacia el cambio de conducta que permita el equilibrio entre los géneros.
En este sentido explicó también que los jóvenes aunque han vivido en una situación de convivencia de género, continúan realizando prácticas de violencia desde el noviazgo que van desde el chantaje sentimental, hasta la violencia física o sexual, por lo que es indispensable continuar trabajando en un cambio de cultura y conciencia desde el núcleo familiar.
Roberto Garda comentó finalmente que la legislación en materia de violencia de género son respetables, pero en muchas ocasiones al llegar a su aplicación local se matizan de tal manera que no llegan a impulsar un verdadero cambio de conducta, por lo que es necesario trabajar de manera transversal en el cambio cultural y la concientización sobre la equidad.
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