BOLETÍN No. 570 –>>

• Ante la rápida innovación tecnológica es necesario repensar al ser humano en sociedad.
• Valores cardinales y humanos posibilitan la concordia y la productividad.

En una época con un ritmo acelerado de vida y producción tecnológica es necesario invitar a la población a repensar sobre el humanismo y la concordia; expresó Carlos Espinosa de los Monteros Yamil, quien ofreció una conferencia sobre relaciones humanas en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, como parte del programa “Viernes de ciencia y tecnología”, derivado de la Academia Mexicana de Ciencias.

Espinosa de los Monteros comentó que la ciencia ha generado diversos aportes para facilitar la vida cotidiana, como las innovaciones tecnológicas que durante las últimas décadas han avanzado rápidamente. Sin embargo, dijo, se debe recuperar la conciencia del ser humano en sociedad, pues de otra forma no se hará buen uso de dichos aportes tecno-científicos y no se realizará el trabajo en equipo para una mejor convivencia entre las personas.

Durante la conferencia dictada a estudiantes de escuelas de educación básica de Aguascalientes, el profesionista en recursos humanos abordó el tema de los valores cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza; así como los humanos: amistad, honor, lealtad, fidelidad y humildad.

Asimismo, indicó que el concepto de “valor” puede referirse a múltiples aspectos, como el valor económico o corporal, referente al poder adquisitivo o a la belleza; sin embargo, enfatizó que se requiere repensar este tópico, pues virtudes como la humildad o la prudencia permiten una mejor interacción entre los individuos, y por ende la realización de las actividades cotidianas de forma pacífica, lo cual también puede traducirse en una mejor productividad.

Al respecto, manifestó que el tema de las virtudes no sólo se trata de los teologales, específicos para cierto tipo de asociaciones religiosas, sino que desde un punto de vista laico y neutral se pueden abordar estos tópicos, con el fin de reflexionar sobre los valores con los que cuenta, de forma indistinta, cada uno de los seres humanos, lo cual permite mejorar actitudes y acciones a favor de la armonía social.