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• Catedrático de la UAA participó en análisis sobre toxicidad en desastre natural ocasionado por derramen de petróleo en el Golfo de México.

El estudio de toxicidad en el agua ya sea negra, tratada o potable es de gran relevancia, y la Universidad Autónoma de Aguascalientes cuenta con científicos destacados que han contribuido a la generación de políticas gubernamentales que ayudan a la conservación del medio ambiente en la entidad, externó el doctor Roberto Rico Martínez, durante su ponencia en la máxima Casa de Estudios, y como parte de las actividades la Sexta Semana de Divulgación Científica de la UAA.

El catedrático, quien pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel II, explicó el estudio del agua a través de la Toxicología Acuática; en especial por medio del análisis para estimar la toxicidad en el agua ocasionada por el derrame de petróleo en la Poza Macondo, en el Golfo de México, y en al participó de manera conjunta con el Instituto de Tecnología de Georgia, en el año 2011.

Rico Martínez indicó que para dicha investigación se emplearon organismos sensibles a las sustancias tóxicas como los rotíferos y cladóceros; para de esta manera saber qué tanta contaminación presentaba el agua después de que se usó un disolvente de petróleo denominado Corexit 9500, y así tratar de minimizar el daño ambiental.

El investigador Rico Martínez abundó que se trabajó en la experimentación con una prueba en la que utilizó un rotífero para detectar si el uso del disolvente autorizado fue de ayuda; a lo que comentó que los resultados fueron muy distintos a los esperados, ya que el grado de toxicidad fue mayor al 50%.

Rico Martínez comentó que además de dicho estudios, durante varios años la Universidad Autónoma ha realizado diversas investigaciones en torno a la toxicidad del Río San Pedro en Aguascalientes, con resultados importantes que han dado respuesta a los tipos de contaminantes presentes en él y así mejorar su cuidado.

Para finalizar, Roberto Rico Martínez, invitó a los estudiantes que asistieron a su ponencia a interesarse por el estudio de la toxicidad acuática, ya que el líquido vital es cada vez más escaso y es necesario, por lo que además debe darse un uso racional, crear nuevos métodos para identificar sustancias dañinas e innovar en procesos para purificación del agua.