BOLETÍN DE PRENSA No. 315 –>>

• La difusión de información sobre adicciones no es útil si está aislada, afirma investigadora del Instituto Nacional de Psiquiatría.

Este viernes 17 de junio concluyeron las actividades del Congreso de Cuerpos Académicos de investigación en adicciones, con la presentación de ponencias orales de la UAA, UNAM y Centros Nueva Vida, las autónomas de Sinaloa, Nuevo León y Morelos.

Durante este congreso la maestra Alejandra Tiburcio Sainz, del Instituto Nacional de Psiquiatría, explicó que es necesaria la diferenciación entre consumo, abuso y dependencia a diferentes sustancias nocivas, pues existe mucho desconocimiento en estos temas.

También comentó que anteriormente no existían muchas alterativas para el tratamiento de adicciones, pero actualmente Gobierno Federal y estatales están invirtiendo mucho.

Agregó que los profesionistas interesados en adicciones están capacitando recursos humanos tanto para la atención como la prevención, incluso la sociedad civil ha generado espacios como los grupos de autoayuda.

Tiburcio Sainz explicó que un adicto es la persona que ya presenta síntomas de abstinencia, pues su cuerpo ya se acostumbró a funcionar con la sustancia adictiva. Sin embargo, hay muchos individuos que usan drogas frecuentemente pero no son dependientes.

Sobre ellos agregó que tienen gran probabilidad de desarrollar adicción y sus riesgos están en las situaciones cuando consumen droga: “son los que chocan, participan en actos de violencia”. Subrayó que la distinción entre abuso y dependencia es concepto clave, pues requiere intervenciones diferentes, tanto a nivel familiar como social.

Señaló que las estadísticas sobre adicciones deben tomarse con delicadeza, pues, realmente, dependientes a las drogas son menos de 3% de la población mexicana. Mientras los adictos al alcohol entre 8% y 10%.

Sobre jóvenes, informó que es esencial la gestión de oportunidades para el desarrollo de proyectos de vida, fortalecer habilidades sociales para relacionarse adecuadamente y que puedan construir un estilo de vida saludable.

Esto se traduce en la prevención bien realizada y fundamentada: “la información por sí sola no da buenos resultados, es necesario el entrenamiento en el desarrollo de ciertas competencias para esto que se llama plan de vida”, externó.

Al ser cuestionada sobre la legalización de drogas aclaró que no es una medida por sí sola, requiere de otras acciones como una red muy sólida de centros, tratamientos y programas de prevención: “No estamos preparados para ello, hace falta mucha educación, no sólo de la sociedad en general, sino los tomadores de decisiones y de muchos otros niveles”.

Incluso indicó que en otras sociedades con más recursos, con una historia larga en el tratamiento y atención de estos problemas, tampoco se ha visto un beneficio claro por este tipo de políticas.

Finalmente, la maestra Marcela Alejandra Tiburcio Sainz, invitó a los jóvenes a considerar esta problemática como otras enfermedades. “Las consecuencias se ven claramente en la salud y en muchas otras esferas, ¿qué sentido tiene pasarnos un rato bien sin pensar en las consecuencias que esto pueda tener?