BOLETÍN DE PRENSA No. 087

• Nuestro país es rico en flora y fauna, pero también es el más susceptible de perder sus especies.

A nivel mundial hay más de un millón 700 mil especies descritas de flora y fauna, de esta cifra México hospeda alrededor del 10 por ciento; lo anterior lo indicó el maestro David Espinosa Organista, investigador de la UNAM, al participar en el Viernes de la Ciencia y Tecnología con la conferencia “¿Por qué hay tatas especies de plantas y animales en México?”.

En este sentido, citó  que en nuestro territorio nacional hay casi 30 mil especies de plantas, lo que hace un país megadiverso. Además enumeró como flora representativa las cactáceas, las orquídeas y los copales, resinas empleadas en todas las religiones del mundo para la realización de ritos; se conocen unas 100 especies de las cuales 90 habitan en México, de este número 80 se dan exclusivamente aquí.  En lo que respecta a mamíferos, México ocupa el segundo lugar a nivel global, siendo los roedores y los murciélagos los de mayor cantidad. También tiene mayor diversidad de reptiles peleándose el primer lugar con Australia.

¿A qué se debe esta vasta biodiversidad? El académico de la UNAM enfatizó que México acumula la mayor cantidad de flora y fauna en muchos grupos, inclusive superior a países como Brasil. 

“Las causas de esa alta diversidad, se debe a la complejidad fisiográfica. El maestro David Espinosa Organista puntualizó que la fisiografía mexicana es resultado de cinco placas tectónicas; que éstas hayan entrado en contacto generó la elevación de cordilleras como la Sierra Madre Oriental y Occidental, la faja volcánica transversal, la Sierra Madre del Sur… eso ha hecho que nuestro territorio sea más complejo y esa complejidad permite que se desarrollen tantas plantas y animales”.

Finalmente, el investigador Espinosa Organista mencionó que la biodiversidad debe entenderse como un privilegio y una responsabilidad, ya que si bien “es una de las zonas más ricas representa un foco rojo, es una zona de alta fragilidad, ya que la expansión de las manchas urbanas de las fronteras agrícolas pone en peligro la supervivencia de las especies; circunstancia también que pone en riesgo a la especie humana, porque ahí esta todo el reservorio de especies potencialmente útiles para el hombre”.