MARIO ANDRADE CERVANTES

Para que sea efectiva la contribución de las Instituciones de Educación Superior al desarrollo del país, es indispensable que exista una estrecha vinculación y colaboración entre la academia y los sectores gubernamental, social y productivo. A través del trabajo conjunto, puede lograrse el círculo virtuoso para el desarrollo pleno de la sociedad.

Particularmente, en el rubro de la educación media y superior, la Universidad Autónoma de Aguascalientes crece en estricto apego al Plan de Desarrollo Institucional 2007-2015, en sintonía con el Plan Sexenal de Gobierno del Estado 2010-2016 y el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018.

Estos documentos buscan una educación de calidad en sus distintas esferas de alcance, los cuales -para constituirse en una firme guía que concrete en la realidad los anhelos y las aspiraciones de los universitarios, de los aguascalentenses, y de todos los mexicanos-, es fundamental la cooperación, la participación solidaria y la unidad efectiva de propósitos y acciones.

En ese sentido, el crecimiento histórico de nuestra Institución, con la construcción de la primera etapa del Campus Sur y el Plantel Oriente del Centro de Educación Media, aunado al fortalecimiento de la vinculación, la docencia, la investigación y la difusión de la cultura -llevados a cabo en los últimos años-, no se puede entender sin el respaldo de los gobiernos Estatal y Federal, sin el afán institucional de consolidar el avance hacia la excelencia académica y la apertura de más espacios educativos.

Gracias a esta suma de esfuerzos, nuestra oferta educativa se incrementó cerca del 43 por ciento en tan sólo tres años. Es decir, en el pasado ciclo escolar, se brindaron dos mil nuevas oportunidades de estudio de nivel medio y superior, sumando un total de más de 6 mil espacios educativos.

Las convocatorias que nos hacen, tanto el Gobernador Carlos Lozano de la Torre, como el Presidente Enrique Peña Nieto, a traducir nuestras acciones en progreso compartido y a mover a México, deben invitarnos a transformar al estado y al país. Ello exige de nosotros una participación decidida y consciente de las enormes tareas del desarrollo, las cuales estamos llamados a atender, sin distinción de banderas ideológicas, y procurando equidad y justicia a cada paso.

Tengo la profunda convicción de que nuestro estado y nación son más grandes que sus partes, y merecen toda nuestra lealtad, empeño y dedicación, para contribuir a su transformación, extender el bienestar y defender la rica diversidad que nos caracteriza.

Estoy plenamente convencido, de que la educación de calidad es un firme pilar para el desarrollo de la sociedad y sustento del progreso de las naciones. Por ello, como integrante de la comunidad académica, celebro que los acuerdos derivados del Pacto por México, comiencen a traducirse en resultados concretos como la aprobación de la Reforma Educativa, su instrumentación e inicial aplicación.

Los resultados de esta profunda reforma a nuestra Carta Magna, derivada del consenso y la unión de voluntades, se proyectan en el horizonte de México como la principal herramienta, en el corto, mediano y largo plazo, para fortalecer el Sistema Educativo Mexicano.

En la UAA, reconocemos que el camino hacia la calidad educativa tiene el signo de la evaluación externa. De ahí que celebremos el notable impulso que se le está dando al desarrollo científico y tecnológico, lo que nos habla de la firme decisión de invertir en el futuro de Aguascalientes y México.

En este contexto, en nuestra Casa de Estudios continuamos alentando el círculo virtuoso del avance educativo. Seguiremos actuando de manera responsable y decidida, colaborando en la importante tarea de construir un país con educación de calidad; un país que vive en paz, es más competitivo, justo y equitativo.