MARIO ANDRADE CERVANTES

Cada año tenemos la oportunidad de enfrentarnos al cumplimiento de las metas y los objetivos propuestos, al cierre de un ciclo o al inicio de uno nuevo. Así podríamos definir la vida, como un círculo interminable que se abre y se cierra continuamente, liberando sueños que se cumplen o abrigando esperanzas que nacen.

Pero no todo tiene un principio y un final. Los estudios son la excepción. La única diferencia es que el aprendizaje académico es una espiral en la que siempre podemos ir por más, cerrando unos ciclos y abriendo otros de manera interminable, pues el conocimiento humano es extenso e inacabable. Siempre hay descubrimientos sorprendentes en todas las áreas, desde las ciencias médicas o la historia, hasta las ingenierías, la física o la psicología.

Los veranos se caracterizan por ser el marco donde muchas historias académicas concluyen y otras encuentran su principio. Pero el verano de este 2014 va a ser especial para quienes tenemos un hermano, un amigo entrañable, un hijo o una hija, que va a iniciar una nueva etapa personal en el camino del desarrollo profesional, quizá nosotros mismos acabamos de enterarnos que fuimos aceptados para continuar con estudios de nivel superior.  A todos ustedes quiero felicitarlos. A los jóvenes que fueron aceptados por su incansable dedicación, por luchar para hacer realidad su sueño, pero también deseo felicitar a quienes los impulsan y los estimulan.

Hace 41 años, la Universidad Autónoma de Aguascalientes inició su camino para ayudar a miles de jóvenes que deseaban superarse, apoyar a su familia y contribuir con su trabajo al crecimiento del estado donde vivimos. Gracias al esfuerzo de todos los universitarios hoy podemos recibir y darle  la bienvenida a más de 6 mil jóvenes que van a cursar una de las 64 opciones de estudio que ofrece nuestra Máxima Casa de Estudios, así como a los jóvenes que están por ingresar a la educación media. De esta manera incrementamos la cobertura de ingreso a 81 por ciento en bachillerato y 44 por ciento en estudios de pregrado.

Ahora que ustedes ya son parte de la comunidad universitaria quiero decirles que la mayor satisfacción que podemos alcanzar es contribuir cada día con una labor decidida, y que nos encaminamos en unión hacía un rumbo fijo y claro que nos hace partícipes a todos por igual: a estudiantes, autoridades, académicos, investigadores y administrativos. Todos sumamos cada día para conservar la institución fuerte y sólida de la que ahora estamos tan orgullosos, para continuar por la senda de la excelencia académica y para superar los estándares alcanzados en el presente.

El futuro de la universidad y de cada uno de nosotros depende del esfuerzo personal, porque para que haya frutos colectivos, deben sumarse primero los logros individuales. Yo los invito a sumarse desde el principio al beneficio particular y comunitario, a ser siempre estudiantes activos, decididos, entusiastas, alegres, creativos y curiosos, pero sobre todo a no conformarse y estar despiertos, atentos a las oportunidades de aprender más. Estoy convencido de que el conocimiento es el valor más importante que tenemos como sociedad porque es la semilla del desarrollo.

Esta es una oportunidad para aprovecharla, para construirnos a través de la vivencia académica porque nunca vamos a volver a ser los mismos después de pasar por las aulas y egresar de nuestra Alma Mater.

A los estudiantes que no lograron ingresar en esta ocasión a la Universidad Autónoma de Aguascalientes les pido que no desistan en ese deseo de superación. Pueden aprovechar este espacio de tiempo para aprender otras áreas que refuercen sus habilidades y conocimientos, o bien optar por alguna otra de las opciones de educación superior; porque lo importante es continuar en esa búsqueda del conocimiento que nos ayude a ser siempre mejores.