MARIO ANDRADE CERVANTES

Desde la antigüedad las universidades han sido promotoras de la cultura y la educación, buscando siempre conocer la naturaleza y sus leyes, además de ampliar el conocimiento que permita disminuir las enfermedades que a lo largo de la historia han acabado con la vida del ser humano.

Por eso, resulta paradójico que en la actualidad, con tantos avances tecnológicos y científicos, estén en aumento enfermedades tan diversas como las cardiopatías o la diabetes, así como las enfermedades crónico degenerativas. Pero es más lamentable aún que cada día afecten a más niños y adolescentes, cuando hasta hace poco tiempo se consideraba que las padecían solamente personas adultas. La incidencia de diabetes es tan alarmante que ya se le considera una epidemia que ha superado los índices de mortalidad que provocan el cáncer y los infartos entre la población mexicana.

El control de la obesidad es otro de los retos de nuestro país. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 (ENSANUT), el 71.3% de los adultos tiene sobrepeso u obesidad, con lo que están expuestos a desarrollar enfermedades asociadas al exceso de peso corporal como problemas respiratorios, digestivos, osteoarticulares, metabólicos y psicológicos.

A pesar de ser padecimientos con una gran probabilidad genética, la buena noticia es que, tanto la diabetes como la obesidad se pueden evitar al fomentar hábitos de vida saludables, por eso aplaudo el arranque del programa estatal de Prevención y Control de Obesidad y Diabetes que la Secretaria de Salud de Aguascalientes inició el día de ayer como parte de una estrategia nacional impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto.

En la Universidad Autónoma de Aguascalientes consideramos que la salud preventiva es de suma importancia para trabajar en la disminución de las enfermedades que nos aquejan y que elevan el gasto público dedicado a la salud.

Por este motivo, contribuimos con diversas acciones en el fomento de actitudes que favorecen la salud de nuestros estudiantes, de los catedráticos y del personal administrativo de la institución, al igual que la población que acude a nuestra Clínica de atención de diabetes y sobrepeso que inició sus actividades a principios de este mes con una campaña de detección y atención del síndrome metabólico.

Dicha campaña atendió a 156 personas a quienes se les aplicaron exámenes de laboratorio para conocer sus niveles de colesterol, glucosa, triglicéridos, lipoproteína de alta densidad, así como la presión arterial y su peso corporal, con la intensión de darle asesoría médica multidisciplinaria a quienes así lo requieran.

Pero además de la Clínica de atención de diabetes y sobrepeso, en la UAA contamos con numerosas campañas nutricionales y preventivas que difunden estilos de vida sanos entre nuestra población. De igual manera fomentamos el deporte, para lo cual contamos con una alberca, un estadio, un gimnasio y tres polifórums deportivos y culturales y uno más que se encuentra en construcción donde se atiende a los alumnos, tanto de educación media como superior; a lo anterior hay que sumar los espacios al aire libre con los que contamos para la práctica de acondicionamiento físico bajo la supervisión de maestros altamente capacitados.

Las acciones descritas tienen el único objetivo de prevenir enfermedades y contribuir a la educación integral de nuestros estudiantes, porque el bienestar y el aprendizaje dependen en gran medida de la salud física, mental y emocional.

Desde esta perspectiva, las universidades tienen que mantener un esfuerzo continuo en ámbitos que van más allá de sus responsabilidades naturales que se enfocan en mantenerse a la vanguardia educativa, científica y tecnológica; en realizar investigación básica y aplicada y en establecer convenios con otras universidades, instituciones y empresas, pues es indispensable que hoy en día consideren la salud de su comunidad como un capital tan valioso como la generación de conocimiento.