Universidad Autónoma de Aguascalientes

COLABORACIÓN | Mtra. Paloma del Carmen Prieto Terrones, palomabanks26@gmail.com

La modalidad de educación o el trabajo en línea no es algo nuevo. Antes de que experimentáramos la pandemia provocada por el Covid-19, estas dinámicas ya constituían útiles herramientas para la actividad cotidiana en muchas esferas.

Sin embargo, nunca lo habíamos experimentado a este grado. De alguna forma, la modalidad virtual se constituía como un complemento a las actividades realizadas en un espacio en específico. Ahora, esta opción se ha convertido en todo lo que tenemos para continuar con las clases y los procesos administrativos de nuestro respectivo puesto, trabajo o institución educativa.

En el caso de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, si bien ya estábamos habituados a esta alternativa al contar ya con muchos de nuestros procesos administrativos digitalizados, cursos en línea o la plataforma de Ámbito Académico, no se había contemplado la posibilidad de trasladar toda la vida universitaria a lo digital, pues la riqueza de una clase presencial y de la convivencia laboral es algo irreemplazable. Lamentablemente, lo tuvimos que realizar de una manera inmediata y en circunstancias sociales, psicológicas y de salubridad poco favorables.

Los universitarios tenemos poco tiempo de haber arrancado nuestros quehaceres a distancia y ha sido un proceso que se ha llevado a cabo con éxito gracias a la colaboración de estudiantes, profesores, administrativos, jefes de departamento y decanos. La exploración de las oportunidades que proporciona el aprendizaje en línea es una tarea constante, y los profesores se han capacitado para continuar con su labor educativa.

Con esta nueva dinámica de enseñanza-aprendizaje, el profesor es ahora, más que nunca, un guía que le propondrá el camino al estudiante. Éste, a su vez, emprende una nueva rutina. Si bien en la UAA se promueve que sus alumnos sean responsables de su propia adquisición de habilidades, competencias y conocimiento, ahora tienen que llevar a cabo el mismo proceso de una manera más acertada, donde sean también administrativos con su tiempo y actividades.

Por lo tanto, sobre todo para los estudiantes, esta nueva etapa en su dinámica de clases promueve en ellos el ser proactivos, no sólo con sus tareas y clases a tomar, sino en cuanto a la relación con sus compañeros y profesores, pues algunos estudiantes auxilian a sus pares e incluso a sus maestros para el uso de las herramientas tecnológicas que la institución ha puesto a disposición de todos los niveles educativos que ofrece. Es importante hacer hincapié en esto, pues nadie estaba preparado para hacer cambios tan radicales en nuestra cotidianidad.

Todos estamos dando lo mejor de nosotros para continuar nuestras labores y actividades académicas desde casa y así, construir una mejor sociedad. La comunicación es aún más esencial, y estos momentos en línea que tenemos, nos deben servir para valorar los trayectos, las aulas, las oficinas, los espacios que dábamos por sentado hasta hace unas cuantas semanas. Recordemos que es en estos espacios donde nuestras relaciones interpersonales se han formado y fortalecido. Mantengamos las medidas de distanciamiento social y de higiene y, cuando pase todo esto, apreciemos desde otra perspectiva nuestra vida universitaria diaria.