Universidad Autónoma de Aguascalientes

IN MEMORIAM | Margarita María Zorrilla Fierro, 1952-2022

gaceta uaa

Quienes tuvieron la fortuna de conocer a la profesora Margarita Zorrilla Fierro coincidirán en que fue una mujer de matices: con un carácter fuerte, pero siempre optimista y muy generosa; una universitaria idealista y apasionada por la mejora de la educación, y es ahí donde quizá la palabra enérgica la describe mejor, pues siempre imprimió el rigor académico en su trabajo y contagió ese entusiasmo a colegas y a estudiantes para desarrollar proyectos que impactaran en la educación de nuestro estado y a nivel nacional. Esta es una breve semblanza en recuerdo de la doctora Margarita María Zorrilla Fierro, profesora  e investigadora de la UAA partir de tres testimonios de quienes fueron sus estudiantes, compañeros, colegas y amigos en el Departamento de Educación.

La doctora Guadalupe Ruiz Cuellar compartió que se trata de  una académica que incursionó en varios campos: trabajó mucho en el ámbito de la política educativa y su carrera docente en educación superior se desarrolló fuertemente en la UAA, sobre todo en el impulso a las carreras en el área de educación de pregrado y posgrado; sin embargo, un momento fundamental fueron las aportaciones hechas en su paso por el Instituto de Educación de Aguascalientes donde integró un equipo académico vinculado a diversos actores educativos como supervisores, directores y profesores. “A ella le tocó desarrollar ese trabajo en un momento que implicaba la descentralización de la labor educativa, es decir dar atribuciones a los organismos estatales; Margarita tuvo un papel fundamental en el diseño, implementación y seguimiento de una política que trató de bajar la responsabilidad y toma de decisiones desde una cúpula más centralizada a distintos niveles de funcionamiento del sistema educativo. Su labor se caracterizó por combinar la academia y la gestión”. También agregó que la doctora Margarita Zorrilla trabajó mucho para empujar el concepto de derecho a la educación como eje rector de las evaluaciones y para la definición de políticas.

Sobre la descentralización del sistema educativo mexicano, el doctor Salvador Camacho Sandoval, refirió que ella fue parte responsable de que en nuestro estado se trabajara de manera diferente, pensando en los desafíos propios de la educación de los aguascalentenses; con el apoyo del gobernador y del entonces titular del Instituto de Educación de Aguascalientes, logró modificar las maneras de trabajar… rompió inercias. “Hubo quienes le auguraron un fracaso rotundo cuando ella propuso e impulsó cambios en el sistema de supervisión escolar en educación básica por ser una universitaria e idealista; pero al cabo de unos años, uno de aquellos maestros se acercó a Margarita y le reconoció todo lo positivo que había hecho. Aquellos cambios realizados con los supervisores fueron sólo una de varias acciones que ella aportó a la educación”.

Para la doctora Victoria Eugenia Gutiérrez Marfileño, jefa del Departamento de Educación, las aportaciones giran en tres ámbitos: el departamental, el institucional y en el contexto educativo. Desde la creación del Departamento de Educación en conjunto con otros profesores y la consolidación de la licenciatura en Investigación Educativa que fue precedente para los posgrados en educación de la Universidad; además de favorecer la construcción y consolidación de la investigación educativa en el Departamento; además “ella es pieza clave en la formación de investigadores, no solamente en las licenciaturas sino también en los profesores, porque de manera formal e informal capacitaba y promovía el desarrollo de habilidades relacionadas con instrumentos para la obtención de información, análisis estadístico y  uso de software, o la habilitación de todos los compañeros”.

El legado que deja la doctora Margarita es un bien inmaterial que implica el rigor académico y el profesionalismo a seguir que deben tener todos los investigadores educativos, comentó quien fuera su alumno y colega, el doctor Salvador Camacho Sandoval. Añadió que ella, junto con su esposo y colega, el doctor Bonifacio Barba Casillas, fueron muy importantes para las carreras de educación, formó parte del grupo que creó la Maestría en Investigación Educativa. “Siempre trabajó como una académica de primer nivel, con vínculos dentro y fuera del país, no es fácil que académicos universitarios tengan la red que ella tuvo, y eso repercutió en la UAA, le dio un lugar a la Institución; yo recuerdo que se decía: ahí en la Universidad hay académicos como Margarita Zorrilla, como Bonifacio Barba o Felipe Martínez, que saben de investigación educativa”.

“Ella tenía muchas habilidades para la gestión, sus acciones tenían un impacto indirecto. Ella hacía todo eso con una profunda convicción, mucha vocación y entusiasmo. Su percepción era la de hacer no solo para ella, sino para que beneficiara a todo el Departamento. Creo que eso fue muy meritorio, es una figura clave en la consolidación del Departamento de Educación”. Dra. Victoria Eugenia Gutiérrez Marfileño.

 

La UAA y el Departamento de Educación recordarán a una gran docente y mujer generosa

En términos humanos era una mujer muy generosa, de muy buen carácter, sensible, tierna y muy optimista; tenía un carácter fuerte pero era una persona generosa intelectualmente hablando y en términos prácticos. Tenía un liderazgo muy reconocido, mencionó la doctora Victoria Eugenia Gutiérrez Marfileño al recordar  su maestra y colega. “Creo que su personalidad y carácter le ayudaron para lograr todo esto, considerando que no son muchas mujeres las que han participado en puestos directivos, mucho menos en la educación, entonces ella desde muy joven, seguramente, se enfrentó a esto; en ese sentido, ella fue luchadora y abrió brecha. Yo la estimo muchísimo porque fue mi maestra desde licenciatura en materias claves, era muy dura pero eso nos hacía crecer. También fui su asistente de investigación algunos años, aprendí mucho de ella; en ese aspecto era una académica exigente en el trabajo que había que realizar, bien y con compromiso”, puntualizó.

“Recuerdo –dijo Camacho Sandoval- que nos decía, palabras más palabras menos: ‘Estudien, sean inquietos’; a veces provocadora, entre broma y seria nos decía: ‘Parece que les corre atole por las venas’. En ese sentido, nos trasmitía una forma de pensar y de ser distintos; su trabajo permanente y comprometido ya era una enseñanza, además nos compartía conocimientos en temas muy diversos de la investigación educativa. Hablaba claro y directo. Yo la recuerdo como una maestra que, a pesar de mis limitaciones, sabía darme otra oportunidad. Fue una gran influencia, le tengo mucho agradecimiento y afecto, le voy a recordar para siempre”.

“Para quienes la conocimos -comenta la doctora Guadalupe Ruiz Cuellar- fue una persona llena de matices, muy intensa, apasionada y muy expresiva. Para mí, Margarita fue muchas cosas, fue una amiga, mi maestra, mi colega, mi comadre; y siempre la recordaré así: como una de las personas más intensas que he conocido, podíamos platicar de vanalidades pero siempre había algo que  tenía que ver con sus grandes preocupaciones por la educación y los problemas que nos aquejan en este terreno. Creo que la generosidad es la palabra que mejor la define”.

“Tuvo también importantes contribuciones, en este mismo terreno de conexión entre la academia y la gestión, desde el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. Yo ubicaría sus aportes en el campo de la evaluación institucional y programas, así como de la evaluación de aprendizajes y de desempeño docente”. Dra. Guadalupe Ruiz Cuellar